¿Que piensas?

Aveces las personas no se sienten capaces de decir lo que piensan a otras personas o aceptar sus sentimientos.. si alguna vez sientes que necesitas desahogarte hay muchas formas de hacerlo.. una puede ser contandole a tu mama o mejor amiga, pero si eres d esas personas q menciono q no tienen el valor para contarselas a la demas personas lo pueden hacer por medio de blog...

lunes, 16 de agosto de 2010

Mi amiga esta embarazada!!....

Las dos pertenecíamos al equipo de volleyball de la escuela. Juntas disfrutábamos ir a entrenar, jugar, competir y nos llenaba de alegría ganar. Pero de repente un día todo cambió. El partido más importante de la temporada estaba por iniciar y ella no había llegado ni a calentar ni contestaba su celular. Me tenía preocupada. Entonces Gaby, mi amiga, se apareció sin el uniforme del equipo, con los ojos hinchados pidiéndome que la acompañara afuera. La seguí y ahí fue donde me dio la noticia.


Entre dolor y lágrimas me contaba que su novio ya le había advertido que no había sido culpa suya y que con él no contaría para nada.

Sin embargo, esto se trataba de algo superior. Estaba en juego la vida de otro ser humano: con manitas, cabecita, con piecitos... Lo único que hice fue abrazarla. Sentí cómo temblaba. Veía sus lágrimas y escuchaba un grito silencioso con el que ella me indicaba que no sabía qué decisión tomar.

Estar esperando un bebé a los 17 años no era algo que deseara ni años ni días atrás.

Y aunque no niego que hubo momentos en los que nos emocionamos, caímos en la realidad de que muy pronto también tenía que confesarles la noticia a sus papás. ¿Qué les iba a decir? ¿Y qué iba a pasar con la escuela? Acordamos que la mejor forma era llegar a contarles directamente cómo se encontraba. Así que llegamos a su casa, esperamos a que llegara su papá del trabajo y les confesó su estado. A su mamá se le humedecieron sus ojos hasta que se le llenaron de lágrimas. Su papá golpeó la pared y se fue a encerrar a un cuarto. Unos minutos después regresó con una cara que jamás se la había visto; sin embargo demostraba serenidad. Lo que hizo fue abrazarla y le dijo que en esa casa no se iba a permitir que se practicara un aborto. Cuando escuché eso, confieso que me invadió un escalofrío. Después le dijo que esas eran las consecuencias de sus acciones y que de esto se trataba la vida.

Tomar decisiones buenas, cualquiera lo puede hacer, pero asumir las responsabilidades de malas decisiones y aprender de ellas... sólo unos pocos.

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